¿Y qué pasa si todo lo que pasa no pasa solo por simple coincidencia?, que si todo es un plan macabro del destino. Si yo tropiezo y me caigo ¿no es para aprender a levantarme? Mi buen amigo Shako dice que no existen las casualidades, pero ¿cómo me dejo llevar y confiar en el destino? si miro que hay desolación, tristeza, soledad y muchas cosas más a mi alrededor. ¿Por qué nos complicamos la vida? ¿Porque no podemos intentar ser felices? o mejor dicho, ¿por qué no disfrutamos siendo felices? ¿Por qué nos empecinamos en buscar a tientas la eterna e inexistente felicidad? si esta se vive a momento para poder disfrutarla. Vivimos atados a muchas costumbres y cotidianidades, si quiero llorar, pues lloro; si quiero correr, corro; si quiero gritar, grito; si quiero decir misa, lo digo.
Cada vez que decimos que alguien nos hace, hizo o hará daño es solo porque nosotros le damos el poder para hacerlo. Si uno quiere ser feliz, razones no faltan.
Soy feliz, porque tengo todo lo que no he pedido y aun así no lo merezco en ocasiones, porque todo lo que no tengo es porque sí, porque todavía no es tiempo de que lo posea, quizás necesitamos sufrir un poco para valorar lo que no tenemos y sobre todo lo que tenemos. Soy feliz porque cada vez que pienso que ya no tengo motivos, veo que hay muchos que tienen menos que yo y viven la vida con ilusión, soy lo que soy y lo que siento.
¿Quién eres tú?
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